Y Adicionalmente, a todos y cada uno de los que continuaren interpretando las mencionadas Constituciones o decretos, de suerte que anulen el cortesía hexaedro por éstas a dicha sentencia y fiesta o culto tributado conforme a ella, u osaren promover una disputa sobre esta misma sentencia, fiesta o culto, o conversar, predicar, tratar, disputar contra estas cosas de cualquier manera, directa o indirectamente o con cualquier pretexto, aún examinar su definibilidad, o de apostillar o interpretar la Sagrada Escritura o los Santos Padres o Doctores, finalmente con cualquier pretexto u ocasión por escrito o de palabra, determinando y afirmando cosa alguna contra ellas, O aduciendo argumentos contra ellas y dejándolos sin decisión, ora discutiendo de cualquier otra guisa inimaginable; fuera de las penas y censuras contenidas en las Constituciones de Sixto IV, a las cuales queremos someterles, y por las presentes les sometemos, queremos igualmente privarlos del permiso de predicar, dar lecciones públicas, o de enseñar, y de interpretar, y de voz activa y pasiva en cualesquiera elecciones por el hecho de comportarse de ese modo y sin otra declaración alguna en las penas de inhabilidad perpetua para predicar y acertar lecciones públicas, enseñar e interpretar; y que no pueden ser absueltos o dispensados de estas cosas sino por Nos mismo o por Nuestros Sucesores los Romanos Pontífices; y queremos asimismo que sean sometidos, y por las presentes sometemos a los mismos a otras penas infligibles, renovando las Constituciones o decretos de Paulo V y de Gregorio XV, en lo alto mencionados.

Sin bloqueo, el iniciador del movimiento protestante, Martín Lutero, dijo: Es dulce y piadoso creer que la infusión del alma de María se efectuó sin pecado innovador, de modo que en la mismísima infusión de su alma ella fue también purificada del pecado flamante y adornada con los dones de Alá, recibiendo un alma pura infundida por Jehová; de modo que, desde el primer momento que ella comenzó a existir fue desenvuelto de todo pecado.

escribe: "Bendito sea Altísimo, Padre de Nuestro Señor Jesucristo, que nos ha bendecido, en la persona de Cristo, con toda clase de caudal espirituales y celestiales. El nos eligió en la Persona de Cristo —antiguamente de crear el mundo— para que fuésemos santos e irreprochables en El por el aprecio" (

Con la fuerza secreta del Espíritu Santo los concibe y los Solemnidad de la Inmaculada Concepción da a luz, ofreciéndolos a Jehová para que incluso sean llamados hijos de Altísimo» (

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Salgamos de esta Eucaristía decididos a rajar nuestras mesas para que ningún hijo de María se vea íntimo, secreto, individual, reservado, personal, del calor de los hermanos, especialmente en estos díGanador muy próximos a las fiestas navideñTriunfador

En este esfuerzo común, al que están llamados todos los hombres de buena voluntad y especialmente los padres y madres de familia, debemos implorar a la Inmaculada nos ayude para no dejarnos engañar, una inspiración luminosa y resistente para mantenernos fieles y fortalecernos en la buena lucha para protección nuestra, gran ejemplo y consuelo nuestro, en una bordadura de penetración y apostolado que es gran responsabilidad para todos.

María Inmaculada nos ayuda a redescubrir y defender la profundidad de las personas, pues en ella se da una perfecta transparencia del alma en el cuerpo.

Con este acto de devoción me hago intérprete del inclinación de los fieles de Roma y de todo el mundo a la Madre que Cristo nos ha poliedro. Encomiendo a su intercesión las evacuación más urgentes de la Iglesia.

Por la Chispa de Jehová, María ha permanecido pura de todo pecado personal a lo amplio de toda su vida.

Igualmente obsequiaron al Papa «un tractor, símbolo de nuestro esfuerzo», harina traída de sus regiones, la imagen de un Cristo enfrentado en un campo y una campana de uso para llamar a los animales.

Para determinar el origen de esta fiesta debemos tener en cuenta los documentos genuinos que poseemos, el más antiguo de los cuales es el canon de la fiesta, compuesto por Santo Andrés de Creta, quien escribió su himno litúrgico en la segunda centro del siglo VII, cuando Bancal monje del monasterio de San Sabas cerca de Jerusalén (murió siendo arzobispo de Creta alrededor de el 720). Pero la solemnidad no pudo estar generalmente aceptada en todo Oriente en ese entonces, pues Juan, primer monje y luego mitrado de la Isla de Euboea, cerca de el año 750, hablando en un sermón a atención de la propagación de esta fiesta, dijo que no Bancal todavía conocida por todos los fieles (ei kai me para tois pasi gnorizetai; P.

En efecto, por el poder del Hijo glorioso de tu gloriosa virginidad, los justos que perecieron antaño de la crimen vivificadora de Cristo se alegran de que haya sido destruida su cautividad, y los ángeles se felicitan al ver restaurada su ciudad medio derruida.

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